martes, 5 de febrero de 2013

"Azul y rosa": franquismo y educación femenina


"Azul y rosa": franquismo y educación femenina

Mª del Carmen Agulló Díaz 
(profesora titular del Departamento de educación comparada e historia de la educación de la Universidad de Valencia)

En el franquismo los dos componentes del nacional catolicismo, falangismo y catolicismo coinciden en la exaltación del patriarcado y la glorificación de la maternidad. Esta última como misión determinante de la vida de las mujeres, definiéndolas como productoras y reproductoras de hijos y de ideología por lo que su principal función social será la maternidad. De una característica biológica, la posibilidad de ser madres se deduce la obligación cultural de la maternidad, rodeada de un complicado sistema de valores y sentimientos que condicionan sus comportamientos. De aquí se derivará su aislamiento en le espacio privado, su separación del mundo productivo y político y el adjudicarle unos valores culturalmente definidos como femeninos, destinados a salvaguardar esta vocación maternal, supuestamente innata en la condición femenina.

Como consecuencia, si al hombre se le identifica con la razón y a la mujer con el sentimiento, mientras los varones, mediante la educación, desarrollan sus capacidades intelectuales y se forman para dominar y transformar el mundo, las mujeres perfeccionan las sentimentales encaminadas a formarlas en su papel de futuras madres y esposas. Al mismo tiempo quedará alejado de su formación todo aquello que se defina como masculino ya que estorbará en los objetivos a conseguir.

«El problema de la educación femenina exige un planteamiento nuevo. En primer lugar se impone una vuelta a la sana tradición que veía en la mujer la hija, la esposa y la madre y no la intelectual pedantesca que intenta en vano igualar en vano a los dominios de la Ciencia. cada cosa en su sitio. Y el de la mujer no es el foro, ni el taller, ni la fábrica, sino el hogar, cuidando de la casa y de los hijos, y de los hábitos primeros y fundamentales de su vida volitiva y poniendo en los ocios del marido una suave lumbre de espiritualidad y de amor (1)».

Esta educación que defiende las diferencias descansará, en el caso de las mujeres, en dos principios, como pueden ser, la separación de sexos y la feminización de la enseñanza, estrechamente relacionadas ya que parten de la base de la consideración de hombres y mujeres como seres que desempeñarán en la sociedad papeles distintos, por lo que se pretende una educación diferenciada y, para poder impartirla de manera adecuada, separada para cada sexo.

[La Biblioteca Gonzalo de Berceo agradece a Mª del Carmen Agulló Díaz (profesora titular del Departamento de educación comparada e historia de la educación de la Universidad de Valencia) que ha permitido publicar estas líneas, extracto del capítulo (pps. 243-295) "Azul y rosa": franquismo y educación femenina", incluido en el libro "Estudios sobre la política educativa durante el franquismo", coordinado por Alejandro Mayordomo y publicado por la Universidad de Valencia en 1999.]

No hay comentarios: