lunes, 28 de febrero de 2011

los votos de san millán


En la segunda mitad del siglo XII, en el contexto de su separación del reino de León, se produjo en Castilla una intensa revisión del pasado histórico, una de cuyas claves fue la magnificación de la etapa condal y, sobre todo, de la figura de Fernán González. El monasterio de San Pedro de Arlanza parece haber jugado un papel especialmente activo, tanto en el desarrollo de las leyendas sobre el conde como en la utilización de las mismas para dar prestigio a la abadía y situarla en el centro de los procesos históricos en los que se basaba la nueva identidad política castellana, incluyendo la reformulación de sus propios orígenes, al postular, con el apoyo de la falsificación documental, una ficticia fundación por Fernán González. El éxito de la estrategia arlantina hizo que en el siglo XIII, con el trasfondo de la reunificación de los reinos, otros monasterios, como San Millán de la Cogolla y Santo Domingo de Silos, intentasen disputar a Arlanza la figura y las tradiciones del «Buen conde» y capitalizarlas en su favor, de nuevo recurriendo no sólo a reinventar sus orígenes y a poner en circulación los discursos oportunos, sino también a falsificar los documentos que pudieran apoyarlos como prueba. Es un proceso complejo que ninguna fuente por sí misma puede iluminar. Sólo es posible reconstruirlo a través del estudio combinado de los fragmentarios retazos de información dispersos en un amplio abanico de fuentes (cronísticas, literarias, hagiográficas, diplomáticas, codicológicas). Este trabajo pretende explorar las posibilidades de esta estrategia de investigación.


http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/azcarate/volveranacerarlanzasanmillanysilos.htm

martes, 15 de febrero de 2011

mujeres eremitas y penitentes




En los primeros siglos del cristianismo, de una parte las persecuciones; de otra, los obstáculos que impedían el perfeccionamiento espiritual dentro del mundo, impulsaron a muchos hombres y mujeres a abandonar las ciudades y refugiarse en el desierto, para servir libremente a Dios como solitarios o eremitas. Entre los pioneros, alcanzaron especial renombre San Pablo[3], biografiado por San Jerónimo, que lo presenta como primer ermitaño (228-341), y San Antonio Abad (251-356), cuyo biógrafo fue San Atanasio.

El desierto cobijó a gran parte de los más esclarecidos doctores de la Iglesia, entre otros, San Jerónimo y San Juan Crisóstomo, que en él maduraron su espíritu y practicaron una ascesis rigurosa, a la vez que se ejercitaban en la asimilación de los libros sagrados. «El desierto es en definitiva el lugar de una experiencia suprema, una prueba que conduce fatalmente al hombre más allá de él mismo, hacia el Ángel o hacia la Bestia, hacia el Diablo o hacia Dios.»[4]

Con relación a nuestra Península, desde principios del siglo IV hay testimonios que acreditan la existencia de ascetas y vírgenes, como evidencia el Concilio de Illiberis, celebrado en los años 300-306[5]. Parece que el eremitismo mantuvo especial pujanza durante el dominio visigodo, si bien la oposición de la Iglesia oficial supuso que a partir del siglo VII fuera reduciéndose en beneficio de la vida monástica[6]. Obviamente, aunque luego conviven ambas formas de consagración religiosa, la vida eremítica es anterior a la cenobítica.

Dentro del siglo VII, un caso peculiar aunque quizás no excepcional es el del segoviano San Frutos, junto al cual hacen vida eremítica sus hermanos Engracia y Valentín, dándole ellos mismos sepultura cuando muere, en 715.

En el siglo XI, alcanza especial relieve la figura de Santa Casilda, hija del rey de Toledo Al-Mamún (1038-1075), que a consecuencia de una curación milagrosa consagra a Dios el resto de su vida como eremita en una cueva próxima al monasterio de San Vicente del Buezo, próximo a Briviesca (Burgos).
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http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/isabelbcarneiro/mujeresermitasypenitentes.htm

miércoles, 2 de febrero de 2011

desde la Universidad Federal de Río de Janeiro



El proyecto colectivo Hagiografía e Historia: um estudo comparativo da santidade es una de las iniciativas que culminan en la organización de un núcleo de estudios sobre la hagiografía occidental medieval en el ámbito del Programa de Estudos Medievais y del Programa de Pos-graduação em Historia Comparada de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, con la colaboración de investigadores en diversos niveles de formación y diferentes instituciones coordinados por la Doctora en Historia Social, Andréia C. Lopes Frazâo da Silva.

Uno de los objetivos del proyecto es el montaje y disponibilidad en linea de bancos de datos con informaciones sobre los venerados y las hagiografías producidas durante los siglos XI y XIII en las penínsulas ibérica e itálica. Tales materiales tienen una función doble: en el ámbito del proyecto, estos datos serán utilizados para la construcción de una visión de conjunto sobre la santidad en el período y espacios seleccionados y como punto de partida para el desarrollo de pesquisas individuales,1 microanalíticas y/o comparativas; para los no participantes en esta investigacción, la meta es disponer informaciones y establecer un diálogo con especialistas en otros períodos históricos y de diversas áreas del conocimiento y los interesados en general en el fenómeno de la santidad. La construcción de estos bancos de datos fue inspirada en los inventarios elaborados por Baños Vallejo, sobre la hagiografía castellana, publicado en Las vidas de Santos en la literatura medieval española,2 y por el Byzantine Studies Program da Harvard University sobre la hagiografía bizantina medieval.3
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http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/frazaodasilva/hagiografiahistorica.htm