martes, 27 de diciembre de 2011

curiosidades riojanas, Valpierre

El término de Valpierre, próximo a todos ellos, sería una llanura de no gran extensión, localizada al sur de Briones y Rodezno y al norte de Nájera y Hormilla. Según Govantes, la extensión de Valpierre era de una legua de norte a sur y dos leguas de este a oeste . Juan Ignacio Fernández Marco reconstruye el término de Valpierre correspondiente a Briones, basándose en la noticia ofrecida por Govantes, y señala que se extendería desde la Ermita de la Concepción, al norte, hasta un kilómetro tierra adentro del municipio de Hormilla por el sur. Y de oeste a este, desde tres kilómetros más allá de la mojonera con Rodezno hasta dos kilómetros más allá de la mojonera con San Asensió, para después precisar algunas de las piezas que formaban parte de Valpierre, pertenecientes a propietarios de Briones, según los datos ofrecidos por el Catastro en 1751.
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http://www.vallenajerilla.com/berceo/canteraorive/atiliana.htm
http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/martineznavas/ordenanzasdelahermandaddevalpierre.htm

domingo, 18 de diciembre de 2011

Felices fiestas y próspero año 2012

Con nuestros mejores deseos de paz y prosperidad para el próximo año 2012.


Biblioteca Gonzalo de Berceo



jueves, 15 de diciembre de 2011

Rogativa a santa Coloma para pedir agua

En el alto y medio Yalde, desde Castroviejo hasta Alesón y Arenzana de Abajo, se dominaba “subir a Santa Coloma a pedir agua” el participar en la peregrinación penitencial que, en primaveras extremadamente secas, organizaban las dos Arenzanas, Manjarrés y Bezares, además de Santa Coloma.
En bien ordenada procesión, llevando a hombros, en andas, las imágenes de sus patronos, los cuatro pueblos subían a Santa Coloma a pie, para venerar todos juntos las reliquias de la mártir que da nombre al pueblo y pedir por su intercesión la llegada de la ansiada lluvia. Santa Coloma los recibía con generosa hospitalidad y se unía, como uno más, a los ruegos comunes.
A la muy concurrida Rogativa acudían, además de los pueblos citados que lo hacían en masa, delegaciones civiles y eclesiásticas de numerosas ciudades y pueblos riojanos y no riojanos y muchos devotos particulares.
La Rogativa a santa Coloma gozaba de un gran prestigio por su eficacia. Aquí nunca sucedió aquello que se decía de tantos pueblos:

“No he visto gente más bruta
que la gente de Alcocer;
echaron el Cristo al río
porque no hacía llover.”[2]

Copla malintencionada de la que, en mi infancia, tengo oída en Arenzana de Abajo una variante en jota:

“No he visto gente más bruta
que algunos de Cenicero;
como no quiso llover
tiraron el Cristo al Ebro.”


Cuentan los más viejos que más de una vez, antes de acabar La Rogativa, llegó la lluvia y si no, lo hizo durante la novena[3] que en Arenzana de Abajo se le hacía a la patrona, bien para agradecerle la lluvia ya caída bien, en caso de que no hubiese llovido, para seguir rogándosela. Y debe ser verdad porque nuestra rogativa se siguió celebrando con bien merecida fama hasta los años cincuenta del pasado siglo.


Antonino M. Pérez Rodríguez
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