jueves, 24 de enero de 2013

ROMA Y LA RIOJA. Los efectos demográficos y sociales en La Rioja


ROMA Y LA RIOJA

La aportación de Roma a la cultura
2. Los efectos demográficos y sociales.



Las estructuras sociales y las creencias evolucionan con más lentitud que las superestructuras, porque afectan a los sentimientos más íntimos del individuo. La población autóctona solamente escribió en latín, es decir, cuando ya estaba integrada en el sistema romano. Aún así dejó constancia de sus nombres, de su organización familiar y social, porque no habían perdido totalmente su idiosincrasia.
Dentro de estas limitaciones conocemos mejor a los berones que a los váscones, porque los habitantes de Calagurris y Graccurris estaban mucho más romanizados (al menos los que conocemos actualmente)52.
Por el contrario los cognomina grecorromanos portados por los berones apenas suponen el 40 % del total conocido. Incluso se pueden reconocer los diferentes grados de su evolución.
Un caso puro se documenta en Nieva de Cameros. Titullus, hijo de Viamus, de la familia de los Calaedicos, hizo un exvoto a Silvano (IRR, nº 34; ERR nº 5253). Por ser un peregrinus, sin ciudadanía romana, Titullus solo porta un nombre (igual que su padre) y conserva su estructura familiar (pertenece al "grupo" de los Calaedicos). Sin embargo utiliza un monumento romano (ara), emplea la lengua latina y lo dedica a un dios romano, Silvano (aunque, sintomáticamente, es el dios de los bosques, uno de los cultos celtas).
Un grado más se da en Canales de la Sierra. Gaius Antonius (o Antistius) Paternus, de la familia de los Aviolicos, hizo un exvoto a las Matres Useas (ERR, nº 63). El dedicante porta ya tria nomina (seguramente tiene la ciudadanía latina), pero mantiene sus vínculos ancestrales (pertenece al grupo familiar de los Aviolicos, Paternus es un decknamen) y su veneración por una divinidad típicamente céltica. Se ha romanizado, pero sin romper la tradición.
Y, en fin, en Tricio hay un ejemplo que por onomástica y soporte podría parecer genuinamente latino. Es una consagración a los Dioses Manes hecha por Atilius Maximus a su hermano Atilius Paternus y a su hijo Atilius Capito (IRR, nº 50; ERR, nº 26). Se ha grabado todo en la cornisa del frontón. Pero los cognomina son típicos decknamen y el frontón se decora con una rosa hexapétala, símbolo astral muy abundante entre los pueblos indoeuropeos como representación del mundo supraterrenal.
Esto ocurría ya en el siglo II d.C. El modus vivendi romano había ido modificando la estructura onomástica y social de los autóctonos, así como sus creencias. Pero los nombres que conocemos se repiten en el repertorio de los cántabros, vetones, lusitanos y celtíberos. Es decir, se confirma la identidad étnica que transmite Estrabón: los berones penetraron en la Península con las invasiones célticas.
Concomitancias similares se pueden ver en el tipo de estelas y en su decoración. Según se ve en el mapa siguiente*, el solar berón está cuajado de estelas discoideas, tipo bien documentado entre los cántabros (que eran vecinos54). Abundan las rosas hexapétalas y los crecientes lunares (lo mismo ocurre entre los vettones). Pero también abundan las de coronamiento semicircular, tipo importado de Italia, aunque a veces se decoran con motivos indígenas (rosas, lanceros o arcos55). La romanización penetraba sin eliminar lo indígena.
Sin embargo, todo esto, incluso los nombres autóctonos, iría desapareciendo con el tiempo: la inmigración y la integración de los autóctonos en la sociedad romana lo favorecieron.
La riqueza y prosperidad atraía gentes de otras fronteras. En las inscripciones hay individuos procedentes de Caesaraugusta, Toletum, de Celtiberia, de Gallaecia y soldados itálicos e incluso un tracio.
Muchos de ellos venían ya romanizados: otros, desarraigados de su patria chica, se integraban en el sistema romano.
Es evidente que la sociedad evolucionó. El ejemplo de romanización más emblemático es Marco Fabio Quintiliano, primer profesor de retórica latina pagado oficialemente por el Estado Romano. Pero no es el único.
El municipio de Tritium contrató un profesor de gramática latina, de origen cluniense56. Su nombre, Lucius Memmius Probus, suena tan romano como Quintiliano, pero indiscutiblemente no alcanzó su fama. Sí es evidente que una buena educación, en latín, no fue una inquietud exclusiva de los calagurritanos. 
Otro rasgo de plena integración en la sociedad romana se constata en las elites locales. En Tarragona se hallan los pedestales de un tritiense y de un calagurritano, ambos flámines provinciales. El primero se llamaba Titus Mamilius Praesens, y estaba inscrito en la tribus Quirina; el segundo Caius Sempronius Fidus, de la tribus Galeria (la correspondiente a cada municipio). Los nombres son totalmente "romanos" y el flaminado era el sacerdocio más prestigioso y apetecido para hacer carrera política. Antes de llegar a flámines provinciales ambos habían desarrollado una amplia carrera57. Su integración en el sistema romano es onomástica, social, política y religiosa.
[...]
José Luis Ramírez Sadaba
Mª Pilar Pascual Mayoral

(fotografía realizada en Agosto de 2004)

Ninfeo Romano: esta fuente romana del siglo I es la parte mejor conservada de un conjunto hidráulico compuesto por presa y puente. La fuente se sitúa en una de las manguardias del puente.Pese al nombre de ninfeo no se puede afirmar que estuviese dedicado a las ninfas del Alhama, ya que esta denominación se aplica en los estudios de arquitectura clásica a todas las fuentes monumentales. Se encuentra a un lado de la Avenida de Zaragoza en dirección Logroño nada más pasar el puente sobre el río. Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento desde el 18 de diciembre de 1981.(wiki)


No hay comentarios: