domingo, 25 de mayo de 2008

Alberto Cortez: el vino y La Rioja

"Estos versos son “solteros”, porque no tienen música y nacieron con el propósito de convertirse en canción y por esas cosas de la vida nunca encontraron el complemento de una música adecuada. Sin embargo tienen la fuerza de conmover a quién los escucha o los lee. Por supuesto tienen su anécdota y trataré de contarla. Estaba actuando yo en una sala llamada “QUID” en la calle Puebla de la ciudad de México y el éxito por fortuna me acompañaba .Una noche, antes de salir a escena, me avisan que entre el público estaba nada menos que José Alfredo Jiménez, probablemente el compositor mejicano que más he admirado junto a Agustín Lara. Estaba allí y había venido a escucharme. Canté de la mejor manera que pude y no encontraba una canción idónea de las que tenía previstas para dedicársela. Todas me parecían flojas para ofrecer a semejante artista. En mitad del show interrumpí el canto, anuncié su presencia, la gente aplaudió a rabiar su nombre y yo entonces le quise dedicar lo último que había escrito, aún sin estrenar que uno piensa que lo que más recientemente a escrito es lo mejor y le confesé que aún no tenía música, y en consecuencia diría solo los versos. La sorpresa fue gigantesca porque al terminar de decir los versos la gente rompió a aplaudir entusiasmada lo que me llevó a tomar la decisión de no volver a pensar a ponerles música y así ha sido.

EL VINO


"Sí señor... el vino puede sacar
cosas que el hombre se calla;
que deberían salir
cuando el hombre bebe agua.
Va buscando, pecho adentro,
por los silencios del alma
y les va poniendo voces
y los va haciendo palabras.
A veces saca una pena,
que por ser pena, es amarga;
sobre su palco de fuego,
la pone a bailar descalza.
Baila y bailando se crece,
hasta que el vino se acaba
y entonces, vuelve la pena
a ser silencio del alma.
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Cosas que queman por dentro,
cosas que pudren el alma
de los que bajan los ojos,
de los que esconden la cara.
El vino entonces, libera
la valentía encerrada
y los disfraza de machos,
como por arte de magia...
Y entonces, son bravucones,
hasta que el vino se acaba
pues del matón al cobarde,
solo media, la resaca.
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Cambia el prisma de las cosas
cuando más les hace falta
a los que llevan sus culpas
como una cruz a la espalda.
La puta se piensa pura,
como cuando era muchacha
y el cornudo regatea
la medida de sus astas.
Y todo tiene colores
de castidad, simulada,
pues siempre acaban el vino
los dos, en la misma cama.
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Pero... ¡qué lindo es el vino!.
El que se bebe en la casa
del que está limpío por dentro
y tiene brillando el alma.
Que nunca le tiembla el pulso,
cuando pulsa una guitarra.
Que no le falta un amigo
ni noches para gastarlas.
Que cuando tiene un pecado,
siempre se nota en su cara...
Que bebe el vino por vino
y bebe el agua, por agua. "

(Texto y versos de Alberto Cortez)

Poco se puede decir, mejor escuchar estos versos de Alberto Cortez, mientras nos recreamos con unas imágenes de La Rioja.
http://www.vallenajerilla.com/musica/El vino y La Rioja.pps
(Mejor bajarlo y después abrirlo; 1.8 MB)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Preciosa la presentacion de powerpoint. Una sabia mezcla Cortez-vino-La Rioja.
Me gusta to blog, riojano.
Felicidades,
Arnaldo