domingo, 29 de noviembre de 2009

Varea, ciudad romana junto a Logroño



VAREIA en el universo romano

En los últimos treinta años anteriores a nuestra Era, los núcleos poblacionales del corredor del Ebro perdieron su reducida proyección local para integrarse en un tejido cultural, el romano, que había demostrado ya su superioridad bélica y que se disponía bajo la dirección de Augusto a ensayar, por primera vez en su historia, un sistema de organización territorial.

En efecto, atrás quedaban ya las soluciones precipitadas que había impuesto el ritmo de la conquista, los ensayos parciales llevados a cabo por generales que, con frecuencia, pensaban más en sus necesidades que en las de Roma ; resultaban inservibles ya los sistemas de recompensas individuales a los hispanos traducidos con frecuencia en la concesión de la ciudadanía: el esfuerzo militar de casi doscientos años en Hispania exigía una reorganización administrativa y un plan de integración jurídica que permitiera ahora a Roma obtener algo más que alimento y ropa para el ejército. Había llegado el momento de convertir a Hispania en un territorio tributario, de ofrecer a la población itálica un área de actividad comercial, de recompensar el esfuerzo de los soldados con asignación de tierras y junto a todo ello, de buscar aliados entre los sometidos, es decir, de poner al territorio y a sus habitantes al servicio del orden romano.
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http://www.vallenajerilla.com/berceo/espinosa/vareaenelorberomano.htm

sábado, 21 de noviembre de 2009

el gallo y la gallina: variante najerina del milagro


"En los confines de Francia habitaba un piadoso matrimonio de grandes virtudes y profunda religiosidad, siendo los dos muy devotos de la Virgen María.

Hacía quince años que se habían casado y no tenían hijos, por lo que, aunque dichosos en su Matrimonio, su anhelo constante era tener un hijo, y continuamente se lo imploraban a Dios y a su Madre divina, sin que hasta entonces hubiesen conseguido el sueño de su vida, en el que cifraban todas sus ilusiones.

No habían perdido, sin embargo, la esperanza de tenerlo, y seguían pidiéndoselo a Dios encarecidamente. Una noche, cuando dormían, se les apareció en sueños santa María anunciándoles que Dios les concedería un hijo, pero con la condición de que le llevasen, cuando fuese mayor, en peregrinación al sepulcro del apóstol Santiago..."
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http://www.vallenajerilla.com/berceo/antoninoperez/gallonajera.htm

martes, 10 de noviembre de 2009

Fiestas de San Bartolomé en Ledesma de la Cogolla


Ledesma es un pequeño pueblo del valle del río Najerilla, aupado entre montes de encinas. Una de sus industrias tradicionales, el carbón vegetal de sus bosques, se ha convertido desde hace unos años en un evento cultural de gran importancia para la etnografía riojana. Gracias a todos los ledesminos se recrea la CARBONERA desde la primera tarea, la tala de la leña, hasta la venta del carbón. Una tarea dura que requiere el trabajo y la dedicación de todo el pueblo.

Pero no todo es trabajo para los ledesminos; en esta ocasión, a través de la presentación de Power Point, conoceremos sucintamente cómo disfrutan de la fiesta de su patrón San Bartolomé: religiosidad y ocio que evidencian el espíritu colectivo de este pueblo riojano.
(En la fotografía la iglesia románica de Ledesma en la mañana gris del 16 de Abril de 2004)



"La nieve amortigua el amanecer en Ledesma, humean las chimeneas y los animales en los cobertizos patean requiriendo su ración de heno.
El pueblo despierta blanco. Es el último regalo de la primavera florida, el paisaje repetido durante siglos que se recrea en los albores del tercer milenio.
Y
en lo alto del pueblo, como antaño en lo más profundo de sus bosques de hayas y encinas, arde pacientemente la carbonera.
El carbonero en su choza vigilante, aviva el fuego y corta sin prisa finas lonchas de tocino, su desayuno. Desde su atalaya, mientras la nieve se desprende de la encina y canta el herrerillo, piensa en sus hijos con la mirada perdida en las cumbres blancas. Después de tantos dias al raso añora el calor del hogar y la cama tibia. Es el pan de la familia y aguanta gozoso revisando, con la azada al hombro, el tiro de las boqueras de su carbonera.
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http://www.vallenajerilla.com/pueblos/ledesma/carbonera.htm

lunes, 2 de noviembre de 2009

Son escasos los datos que se conocen sobre la vida de este clérigo riojano, que debió de nacer a finales del siglo XII en la localidad de Berceo, tal y como él mismo apunta en una de sus obras. Dicha población se encuentra enclavada en el valle de San Millán a orillas del río Cárdenas, en el punto en el que las montañas de La Demanda se separan para permitir que el valle se abra a las altas y fértiles llanuras riojanas.Fue educado en el monasterio de San Millán de la Cogolla, donde se ordenó sacerdote. Su vida se desarrolló en un medio campesino medieval, muy rico en cultura tradicional, lo que sin duda alguna marcó la pauta en la funcionalidad de su obra: su trabajo, de impronta religiosa, es eminentemente didáctico. Con él intenta enseñar a un público campesino la trama cristiana que le es más próxima. Así, desarrolla la vida de aquellos santos surgidos en el mismo entorno que sus oyentes, como son los casos de Santo Domingo de Silos o Santa Oria, y cómo no, el propio San Millán de la Cogolla.Por esa época, la figura de la Virgen María toma una relevancia especial en todo el orbe cristiano, lo que se hace notar sobradamente en la piedad popular. A través de la imagen y personalidad de la Virgen, Gonzalo de Berceo conecta íntimamente con su pueblo y su época redactando una de sus obras más carismáticas, "Loores de Nuestra Sennora", donde la función didáctica alcanza un gran esplendor. Sus poesías fueron recitadas en público por los juglares de la época.

TABLAS DE SAN MILLÁN (foto de la entrada)
Sin lugar a dudas, la mejor muestra pictórica del gótico que se conserva en La Rioja son dos puertas de retablo pintadas, procedentes de San Millán de la Cogolla, hoy en el Museo Provincial. Se trata de dos puertas gemelas que debieron servir para cerrar algún retablo, y aparecen pintadas por sus dos caras. La técnica empleada es el temple sobre tabla, preparada previamente con una fina capa de estuco y una pequeña trama de tela.