sábado, 24 de enero de 2009



Entre otros poemas, el XI, compuesto en honor de San Hipólito, presenta un interés particular; no solamente da una descripción muy real de las Catacumbas romanas; suministra también numerosas informaciones, aunque un poco entremezcladas, sobre uno o más bien varios Mártires llamados Hipólito. Desde el punto de vista hagiográfico, este texto provoca problemas críticos que han sido ya estudiados por competentes historiadores; no nos detendremos, pues, en ello. Queremos aquí simplemente, buscar y precisar en lo posible, el nombre de la sede de la cual estaba encargado el obispo VALERIANO al cual está dedicada esta oda, y de consiguiente demostrar que ella fue la verdadera patria del Poeta Prudencio.
Innumeros cineres sanctorum Romula in urbe
uidimus, o Christi Valeriane sacer.
Incisos tumulis titulos et singula quaeris
nomina: difficile est, ut replicare queam.
Tantos iustorum populos furor inpius hausit,
cum coleret patrios Troia Roma deos.
Plurima litterulis signata sepulcra loquuntur
martyris aut nomen aut epigramma aliquod,
sunt et muta tamen tacitas claudentia tumbas
marmora, quae solum significant numerum.
(Liber Peristephanon, carmen XI)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, amanuense, vengo para darte ánimos en estos tiempos 'críticos' que corren.
En latín sólo recuerdo (y malamente) la canción de 'la vaca lechera'. Casi que me conviene algún cursillo sobre el cultivo de la patata (por eso del 'hambre calagurritana').

He vuelto a encontrarte, te perdí por enredar en la plantilla de mi blog.
Aúpa, amanuense, el día está bonito.
Saludos.