miércoles, 30 de enero de 2013
ROLANDO Y FERRAGUT en los parajes de ALESÓN (La Rioja)
Publicado por Amanuense en 1/30/2013 04:28:00 a. m. 0 comentarios
LA SECCIÓN FEMENINA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Publicado por Amanuense en 1/30/2013 04:25:00 a. m. 0 comentarios
domingo, 27 de enero de 2013
Mosen Baltasar Laroy y sus beatas
M.ª Helena Sánchez Ortega
Profesora de Historia Moderna
Universidad Autónoma. Madrid
FLAGELANTES LICENCIOSOS Y BEATAS CONSENTIDORAS
Prácticas penitenciales en el Antiguo Régimen
Publicado por Amanuense en 1/27/2013 09:43:00 a. m. 0 comentarios
PECCATA NEFANDA : delito de solicitación
El tribunal del Santo Oficio de Logroño en el siglo XVIII (1700-1820)
GERARD DUFOUR
TOMO IV
EDAD MODERNA II
Coordinador del Area de Historia Moderna
JOSÉ LUIS GÓMEZ URDAÑEZ
Publicado por Amanuense en 1/27/2013 09:39:00 a. m. 0 comentarios
LA PRESENCIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA EN EL MUNDO
LA PRESENCIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA EN EL MUNDO
(El castellano desde sus orígenes hasta la actualidad)
Septiembre, 2003
Belén Navajas Josa
Licenciada en Antropología de América
Publicado por Amanuense en 1/27/2013 09:35:00 a. m. 0 comentarios
jueves, 24 de enero de 2013
ROMA Y LA RIOJA. Los efectos demográficos y sociales en La Rioja
(fotografía realizada en Agosto de 2004)
Ninfeo Romano: esta fuente romana del siglo I es la parte mejor conservada de un conjunto hidráulico compuesto por presa y puente. La fuente se sitúa en una de las manguardias del puente.Pese al nombre de ninfeo no se puede afirmar que estuviese dedicado a las ninfas del Alhama, ya que esta denominación se aplica en los estudios de arquitectura clásica a todas las fuentes monumentales. Se encuentra a un lado de la Avenida de Zaragoza en dirección Logroño nada más pasar el puente sobre el río. Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento desde el 18 de diciembre de 1981.(wiki)
Publicado por Amanuense en 1/24/2013 06:41:00 a. m. 0 comentarios
miércoles, 23 de enero de 2013
la escuela de hace una eternidad ...
Publicado por Amanuense en 1/23/2013 11:37:00 a. m. 0 comentarios
EL LIBRO DE ALEXANDRE - Juan Luis Alborg
El autor del Libro de Alexandre alardea, decíamos —y la posee, desde luego—, de una copiosa erudición. Aunque a través de compendios y refundiciones, conocía a Homero, a Ovidio, a Quinto Curcio y a gran número de autores —arábigos y cristianos— representativos de la cultura de su época. Las fuentes principales de la obra son dos poemas: uno latinomedieval, el Alexandreis, de Gualterio de Châtillon que sigue a su vez la historia de Quinto Curcio, y otro francés, el Román d'Alexandre, de Lambert le Tort y Alejandro de Bernay o de París73. Pero existen además otras muchas fuentes secundarias de variada procedencia. García Gómez ha estudiado los elementos arábigos incorporados por el poeta español, como el invento que hace Alejandro de la máquina voladora74. Las dos cartas en prosa de Alejandro a su madre que figuran añadidas al final del ms. de Osuna, proceden también probablemente de colecciones arábigas de sentencias o, incluso, de versiones musulmanas de la leyenda alejandrina.
Aludiendo a toda esta vasta erudición acumulada en el poema, decía de él Menéndez y Pelayo que era la obra poética de más aliento entre las del siglo XIII "además de poder considerarse como un repertorio de todo el saber de clerecía, y un alarde de la instrucción verdaderamente enciclopédica de su autor que fue sin duda uno de los hombres más doctos de su tiempo" 75. Raymond S. Willis ha dedicado un minucioso estudio a definir la importancia y significación del Alexandre dentro del mester de clerecía y ha destacado sobre todo la plena conciencia "científica" con que el poeta despliega su saber 76. Para el autor del Alexandre, dice Willis, su mester es mucho más que el mero cuidado de alinear estrofas correctamente construidas; su intención excede al simple propósito de Berceo de hablar al pueblo en román paladino, o a la patriótica y piadosa finalidad del Poema de Fernán González, o a la circunspecta exhibición del Apolonio de servirse de la nueva maestría. En el siglo siguiente, el propio Arcipreste, a pesar de sus reminiscencias clásicas, respira un clima muy distinto, y en el fondo desprecia a los que estudian clerecía y en cabo saben poco; el mismo Canciller en ningún sentido es un clérigo como el del Alexandre. Este poema, en cambio, está construido como un verdadero monumento de erudición; su asunto, en primer lugar, la historia de Alejandro, representa un notable incremento para la literatura erudita en España; el texto está compuesto de acuerdo con los más exigentes cánones de retórica y poética; los elementos decorativos suponen un derroche de todas las ramas del saber, concebidas por el autor como un conjunto científico; el héroe del poema está moldeado por el autor como un arquetipo, no simplemente con las tradicionales virtudes de justicia y valor atribuidas a los reyes, sino como un hombre letrado, diversamente instruido en todas las ciencias por su maestro Aristóteles.
[...]
Hª DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
Ed. GREDOS, MADRID, 2ª edición 1970.
Publicado por Amanuense en 1/23/2013 11:30:00 a. m. 0 comentarios
La historia prohibida
"La historia de la literatura política española se inicia en forma negativa, como reacción contra el maquiavelismo y los polítícos. Sus primeros tratados -primeros no sólo en el tiempo, sino también en calidad- están orientados polémicamente a combatir las tesis politicistas de la Edad Moderna; son doctrinales del Estado y del gobierno; pero, lejos de fundamentar una ciencia política, niegan por la base incluso su legitimidad. Fieles a los principios culturales del orden cristiano, rechazan la idea de que la política pueda sustantivarse e independizarse como una esfera propia, regida por sus propias leyes, y se esfuerzan por reducirla al lugar subordinado que le corresponde dentro de la concepción católica del mundo" (Francisco Ayala)
A diferencia de las Lettres persannes de Montesquieu, las Cartas marruecas de Cadalso evitan, según hace constar el autor al principio de su obra, dos temas fundamentales que no pudieron abordarse crítica y públicamente en España desde el siglo XVI: religión y política.
La expresión "ambas Majestades', pasó a significar en español «Dios y el Rey». A tal punto había llegado la identificación de lo político y lo religioso. Y aunque los poderes representativos de uno y otro orden no siempre anduvieron en completa armonía, no por eso dejaron de prestarse mutua ayuda. Los Índices inquisitoriales tachan y corrigen con tanto o más rigor que los errores teológicos todo cuanto podía redundar en menoscabo de la autoridad civil establecida. De ahí la frecuencia de obras jurídicas, políticas e históricas, que ocupan cada vez mayor espacio.
Por lo que se refiere a los tratadistas políticos, ya en los primeros Índices se incluye a los «clásicos» del siglo XVI: Maquiavelo, totalmente prohibido; de Hugo Gracio sólo se permiten, expurgadas, sus obras poéticas; Bodino, Justo Lipsio y Alberico Gentili padecen expurgación.
Entre los autores españoles hay que destacar en primer término al más personal e independiente de sus historiadores: el Padre Juan de Mariana. Varias de sus obras fueron expurgadas; dos prohibidas: De mutatione monetae y De regimine Societatis. En este segundo y breve escrito Mariana hace una crítica de la organización de la Compañía de Jesús, a la que pertenecía. El primero, no mucho más largo, fue traducido por él mismo al castellano con el título de Tratado y discurso sobre la moneda de vellón que al presente se labra en Castilla, y de algunos desórdenes y abusos.
Mariana sienta el principio de que el rey no puede establecer impuestos ni alterar la moneda sin la voluntad del pueblo, y lo ilustra con ejemplos sacados de la historia de CastiIla y de otros países. Ante los abusos cometidos en su tiempo por el gobierno, creyó cumplir con su conciencia volviendo, como él dice, por la verdad, aunque otros callaran por miedo o ambición. «Bien veo que algunos me tendrán por atrevido, otros por inconsiderado, pues no advierto el riesgo que corro, y pues me atrevo a poner la lengua, persona tan particular y retirada, en lo que por juicio de hombres tan sabios y experimentados ha pasado; excusarme ha empero el buen celo de este cargo, y que no diré cosa alguna por mi parecer particular, antes, pues todo el reino clama y gime debajo la carga, viejos y mozos, ricos y pobres, doctos e ignorantes, no es maravilla si entre tantos alguno se atreve a avisar por escrito lo que anda por las plazas, y de que están llenos los rincones, los corrillos y calles.» Estas palabras llegaron indudablemente a los consejeros del rey, pero no a los que se quejaban en el reino por plazas y rincones. Hasta 1854 no vieron la luz pública en España (1).
El breve tratado sobre la Compañía de Jesús figura en los Índices como no impreso (2). La condena inquisitorial alcanzaba igualmente a la obra manuscrita. Así, por ejemplo, el Libro Verde, «manuscrito anónimo que trata de las calidades y limpieza de las casas y linajes de Aragón y otras partes», obra compuesta en 1507 por un asesor de la Inquisición aragonesa y publicada por primera vez en 1885 (3). En cambio, otro famoso manuscrito, el Tizón de la Nobleza, atribuido al arzobispo de Burgos don Francisco de Mendoza y Bobadilla con motivo de la contradicción que halló un sobrino suyo para alcanzar un hábito, y escrito también con el propósito de mostrar que ni la alta nobleza podía alardear de limpieza de sangre, no figura en los Índices, seguramente por haberlo prohibido una pragmática de 1623. El Tizón, aunque conocido por muchos en su forma manuscrita, no fue impreso hasta el siglo XIX, cuando habiendo desaparecido la obsesión de la pureza de sangre ya no era más que una curiosidad histórica (4).
En 1651 Scarron pudo escribir en Francia un violento panfleto contra Mazarino, recogido después en sucesivas ediciones de sus obras. En España hasta un papel manuscrito en verso sobre el duque de Osuna en Nápoles, obra de circunstancias y al parecer burlesca, se prohíbe con todo rigor desde el Índice de 1640 hasta el último de 1790.
Las Relaciones, de Antonio Pérez, el secretario de Felipe II que pudo escapar a Francia después de procesado por el asesinato de Escobedo, fueron archiconocidas en el extranjero desde su publicación a fines del siglo XVI. Prohibidas a partir de entonces en todos los Índices, no se imprimieron en España hasta 1849 (5).
[...]
Por Vicente Llorens
Universidad de Princeton (1978)
Publicado por Amanuense en 1/23/2013 11:27:00 a. m. 0 comentarios
Estella, río Ega y ruinas de Santo Domingo
Estella, río Ega y ruinas de Santo Domingo.
Autor de la fotografía Villanueva Gutiérrez, Eustasio (1875-1949)
Fecha de la toma entre 1913 y 1929
Publicado por Amanuense en 1/23/2013 11:25:00 a. m. 0 comentarios
iter francorum
Paralelamente, en las series documentales de las ciudades y villas del Camino se hacen presentes como actores o testigos de negocios jurídicos, vecinos cuyos onomásticos revelan inequívocamente su procedencia ultrapirenaica, formando con frecuencia grupos muy numerosos que nos permiten medir la importancia que, en cada caso, tiene la implantación de esas colonias extranjeras. En no pocos casos el topónimo o gentilicio que acompaña al nombre de bautismo contribuye a perfilar la procedencia de sus portadores: Petrus Franco, Juan Borgoñón, Beltrán de Tarascón, Bernardo de Caorz, Martín Gascón, Pedro Bretón, Martín Alemán, Guillelmus Pettavin, Pedro Lombart, Guilem Engles, Pascual de Limoias, etc. En gran medida los repobladores extranjeros son francos de origen, de las diversas regiones del vecino país, desde Provenza y Gascuña hasta Bretaña, Normandía o Borgoña. En mucho menor número vienen de otros países europeos: los hay alemanes, italianos, ingleses o incluso de otras áreas más distantes.
La misma documentación que nos revela la presencia de numerosos asentamientos de francos en las ciudades del Camino de Santiago aporta también noticias sobre la activa circulación en esas ciudades de moneda francesa: sueldos anjovinos, turonenses, mergulieses... Ya los datos de la onomástica franca incorpora igualmente las referencias de una nueva toponimia urbana indicativa de aquellos asentamientos: la existencia de barrios o burgos de francos (vicus francorum, burgo francorum) o de calles de francos (rua francorum, rua francisca, vía francigena, calle francorum, strata francorum, rua gascona, camino francisco, Broteria...) se detecta en la práctica totalidad de las localidades del Camino, por lo menos en las de cierta entidad urbana. También encontramos con frecuencia en ellas iglesias y alberguerías puestas bajo la advocación de titulares que revelan que los pobladores han trasplantado las particulares devociones y cultos de su lugar de origen a sus ciudades de destino, incluso algunas tan distantes como Oviedo, donde a principios del siglo XIII existía una alberguería puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de Rocamador. En las ciudades y villas más importantes del Camino que actuaron desde fines del siglo XI como centros receptores de inmigrantes ultrapirenaicos y durante una fase de coexistencia con la población autóctona que puede prolongarse, con las inevitables variantes locales, hasta finales del siglo XII o incluso en algunos lugares hasta principios de la siguiente centuria, el comportamiento colectivo de esos pobladores extranjeros presenta una serie de ragos que permiten caracterizarlos como verdaderas colonias, con las connotaciones que tal conceptuación comporta en el seno de las sociedades medievales y que para el área castellano-leonesa analizaría magistralmente J. Gautier Dalché hace algunos añoso
Los inmigrantes de ultrapuertos, al menos en la fase inicial de sus asentamientos, tienden a la concentración espacial en los marcos urbanos receptores, estableciéndose, como antes apuntábamos, en barrios o calles que les son propios y que suelen localizarse en relación con las travesías, intra o extra muros del Camino de Santiago. En el espacio navarro la localización de los francos en barrios cerrados se manifiesta aún más acusadamente y por más tiempo que en las poblaciones castellano-leonesas.
Publicado por Amanuense en 1/23/2013 11:23:00 a. m. 0 comentarios
viernes, 18 de enero de 2013
María Pérez Balteira y Alfonso X
Un curioso diploma fechado en 1257 nos presenta a María Pérez otorgando una donación al monasterio cisterciense de Sobrado (4). A cambio de unas tierras heredadas de su madre y de los servicios que ella misma en persona se obligaba a prestar a los monjes «como familiar e amiga», la Balteira recibiría una renta vitalicia y, a su muerte, un honorífico entierro.
No especifica el documento cuáles eran los servicios que la Balteira se comprometía a conceder a los buenos frailes. Pero, conociendo los encantos e inclinaciones personales de doña María y el relajamiento de las costumbres monacales, nos inclinamos a pensar que se trata de cierta prestación amatoria o derecho de pernada.
Sabemos que los monjes de Sobrado apreciaban en su valor este tipo de contribuciones en especie. En efecto, solían llevarse con ellos durante dos o tres días a las mujeres de sus colonos para facer fueros, no sabían cuales. Hasta que el merino mayor de Galicia suprimió en 1347 dicho servicio por mal e deshonestidad.
No excluímos, por supuesto, que piadosas intenciones y sentimientos se mezclaran en estas actividades más bien carnales. En el caso de la Balteira, nos consta que era mujer de fe vibrante y vigorosa. Lo prueba su peregrinación a Tierra Santa como cruzada, que realizó en cumplimiento de un voto, alrededor de 1257. Sus colegas de juglaría y de liviandad no dejaron de comentar con sarcasmo esta manifestación de fervor cristiano de la licenciosa soldadera. Así exclama Pero da Ponte en una de sus cantigas de escarnio, llena de alusiones obscenas:
Ya nuestra cruzada María Pérez vino de Ultramar, tan cargada de indulgencias, que no se puede con el peso tener derecha. Las indulgencias, y todas las perdió con cuidado, como algo muy precioso, pero la maleta de María Pérez no tiene cerradura y los mozos del lugar se la trastornan a cada momento,'húrtanle las indulgencias, y todas las perdió como cosa, al fin, mal ganada (5).
Otros trovadores nos hablan también de la Balteira en sus versos. Aluden a sus amoríos, su mal perder en el juego, sus peregrinaciones por Palestina y tierra de moros. El mismo Alfonso X dedicó una obscena cantiga a las relaciones de la alegre soldadera con cierto fu ncionario llamado Juan Rodríguez.
La cantiga, cuya sustancia poética son las innumerables insinuaciones eróticas, está construida sobre un argumento muy sencillo: la Balteira encarga a Juan Rodríguez que le construya una casa de madera; para complacerla, éste debe calcular las medidas exactas de los troncos que va a necesitar.
Si lo quieres hacer bien -le instruye la Balteira-, de buena medida la debes coger, así y de ninguna manera más pequeña. Esta es la madera adecuada " si no, yo no os la señalara. Y como ajustada se ha de meter, bien larga toda ella ha de ser para que vaya entre las piernas de la escalera. Esta es la medida de España, no la de Lombardía o de Alemania; y porque sea gruesa no os parezca mal, pues si es delgada no sirve para nada.
- Se ben queredes fazer,
de tal midida devedes a colher,
assi e non mear, per nulha maneira.
E disse: -Esta é a madeira certeira,
e, de mais, nona dei eu a vos sinlheira;
e pois que s' en compasso á de meter,
atan longa deve toda de ser,
que vaa per antr'as pernas da'scaleira. (. . .)
E diss': -Esta é a midida d'Espanha,
ca non de Lombardía nen d'Alamanha;
e por que é grossa, non vos seja mal,
ca delgada pera greta ren non val (6)
Aún brillaría bastantes años en la Corte castellana la bella soldadera. Con su habilidad en el canto, la danza, la poesía y otras artes más tiernas siguió enamorando a. juglares y poetas, Pero de Ambroa anduvo loco por ella y Pero Mafaldo se confiesa muy coitado por amores de la Balteira.
Mujer dinámica y andariega acompaña a las huestes del rey, comparte sus campamentos y las zozobras del combate y alegra con sus gracias las duras jornadas de los guerreros, Los últimos destellos de su singular personalidad se admiraron durante la azarosa campaña de Andalucía de 1262 a 1265.
En conexión con una conspiración de la nobleza castellana contra Alfonso X se produjo por esos años una sublevación de los reyes moros de Murcia y de Granada, tributarios ambos de Castilla. Los rebeldes de Murcia fueron sojuzgados por Jaime I de Aragón, en un generoso gesto de solidaridad. De la sumisión de Granada se ocupó el mismo Alfonso. Consta en documentos históricos que la Balteira contribuyó de manera especial y personalísima al triunfo de su soberano.
Recordando el dicho de «divide y vencerás», Alfonso X concibió el proyecto de debilitar al rey granadino provocando la escisión de los malagueños. Para ello envió una embajada secreta, en la 'que figuraba María Pérez, para que se entrevistase con los hermanos Beni Escaliola o Axkilula, caudillos árabes de Málaga, Guádix y Comares. Los Beni Escaliola se resistieron por un tiempo a pactar con Castilla. La Balteira tuvo que poner toda la carne en el asador. Aseguran los cronistas que para lograr su propósito hubo de seducir a uno de los Escaliola (7).
La victoria se celebró con toda suerte de poemas conmemorativos. La razón de Estado impidió revelar a toda luz la naturaleza de los argumentos esgrimidos por la Balteira durante las negociaciones. Pero lo que podemos leer entre líneas es suficiente:
Ya sabíamos que la Balteíra tenía potestad de excomulgar, pues desde tíempos del Rey Fernando excolmulgó a muchos que le pagaron muy bien por ello; pero ahora buscó a un patriarca Fí de Escaliola, el cual recibe de La Meca este poder de soltar y absolver, y ella dice que el poder que Dios otorgó a Roma no vale nada (8).
La popularidad de la Balteira alcanzó proporciones increíbles también en Andalucía. Cuando la gente pedía noticias de la frontera, lo primero que preguntaba era sobre las andanzas de María Pérez. El rey recompensó con esplendidez sus servicios.
Cuando, con el paso de los años, la Balteira sintió que las fuerzas y galas de la juventud la abandonaban se retiró a su Galicia natal. Seguramente se estableció no lejos de Sobrado, donde seguiría cobrando su renta anual. Los trovadores nos la retratan al pie del confesonario, repasando su conciencia y lamentando su único pecado:
Soo vella, ay capeIlam
(«Ay, padre, soy vieja»).
El miedo a la muerte, tan arraigado en aquellas tierras, le obligaba a tener siempre a su lado a cierto clérigo para que la defendiera del diablo. Pero luego se compadecía del pobre fraile y, como limosna, le hacía compartir su lecho. Pero de Ambroa, su enamorado, protestaba de semejante abuso. No había derecho a que la vieja ramera malgastase con un miserable clérigo los ahorros ganados en la casa del rey (9).
No creemos que a Alfonso el Sabio le preocupara demasiado cómo administraba sus bienes su antigua protegida. El torbellino de la guerra, de las intrigas familiares y de la pasión política o cultural fue absorbiendo cada vez más los desvelos del monarca.
Luis Alonso Tejada
Publicado por Amanuense en 1/18/2013 06:11:00 a. m. 0 comentarios
miércoles, 16 de enero de 2013
VALPIERRE
VALPIRRI.—S. M.—14
Valpierre, caserío a 9 Km. de Briones ( Logroño ). Se da este nombre a la llanura que se extiende al Sur de Briones y NO. de la ciudad de Nájera. Famoso lugar en la Historia Nacional por los hechos de armas en él habidos.
Acertadamente está Berceo en llamarlo « sequero logar» pues así lo fue y sigue siéndolo, por hallarse la llanura bastante elevada sobre el Ebro. Tal vez la escasez de agua de esta llanura ha sido la causa de haber estado despoblada; quince pueblos de alrededor, algunos ya despoblados, tenían jurisdicción en Valpierrey junto al Caserío existió una Casa de Juntas, que fue destruída en la Guerra de la Independencia. Por esta llanura pasaba la vía romana que se dirigía de Zaragoza a Astorga.
El Poema de Fernán González, copla 308, nos habla de la « Era Degollada »; en la Crónica General, se añade : « et es en Vall Pirri ».
El mismo Poema en las coplas 746-747, hace una interesante descripción de este lugar de Valpierre :
« Ayuntáronse en vno en vn fuerte vallejo
buen lugar pora caça de liebres e conejo
cojen y mucha grrana con que tinnen bermejo
al pye le passa Ebro much grado sobejo.
Valpyrre l' dizen todos e assi le llamaron
do el rrey e el conde anbos se ayuntaron».
TOPONIMIA EN LAS OBRAS DE BERCEO
Manuel Ovejas
Publicado por Amanuense en 1/16/2013 12:02:00 a. m. 0 comentarios
martes, 15 de enero de 2013
CRÓNICA DE LA PROVINCIA DE LOGROÑO, AÑO 1867
Publicado por Amanuense en 1/15/2013 11:56:00 p. m. 0 comentarios
jueves, 3 de enero de 2013
LA REJA DE SAN MILLÁN
Uno de los textos más interesantes de la Edad Media referidos al País Vasco es el conocido por “La reja de San Millán”; escrito el año 1025, fue publicado por primera vez a finales del siglo XIX por Fidel Fita, sabedor de su importancia en el ámbito toponímico. Fue examinado, entre otros, por Julio Caro Baroja, que dedicó varias docenas de páginas al estudio de los topónimos, y Mitxelena, que aportó varias correcciones y observaciones de gran valor, entre muchos otros.
El nombre que tiene tan curioso es debido a que los pueblos pagaban, en su mayoría, con rejas de hierro; de hecho, el documento tiene por título “De ferro de Alava”.
Se trata, a grandes rasgos, de un listado de pueblos de la llamada “Álava nuclear”, principalmente la Llanada alavesa, y contiene varios centenares de nombres, de aspecto bastante arcaico. La mayoría son nombres vascos, aunque no faltan tampoco los nombres romances.
El texto se encuentra en el cartulario del monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, y el texto que aquí se muestra fue publicado por Antonio Ubieto Arteta, en 1976. en el libro titulado “Cartulario de San Millán de la Cogolla (759-1076)”, documento 180.
http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/rejadesanmillan.htm
Publicado por Amanuense en 1/03/2013 12:21:00 p. m. 0 comentarios