viernes, 23 de marzo de 2012

la guerra en la CRÓNICA NAJERENSE

Hacia el 3200 a. C. los ejércitos, el armamento y la guerra como arte de utilidad para el Estado nacían en Sumer. Justamente cuando surgían, allí también, la escritura, la literatura, el cálculo, el derecho, la escuela pública y tantas otras cosas importantes. Pero no sabemos cómo explicaban la guerra los sumerios.
Hace más o menos veinticinco siglos, en los comienzos de la historia de la antigua China, apareció el primer tratado sobre el arte de la guerra que ha llegado hasta nosotros. A pesar de que siempre han gozado de una envidiable fama, “Los trece artículos sobre el arte de la guerra” están atribuidos a un autor del que nada conocemos, salvo su nombre, Sun Tzu.
Ya desde el título, Sun Tzu considera la guerra como un arte, como una actividad humana sometida a un riguroso método y cuyo aprendizaje es imposible sin la debida disciplina.
No hace aún dos siglos, entre 1818 y 1830, Carl von Clausewitz (1780-1831) escribió su genial obra “De la guerra (Vom Kriege)” pero murió antes de verla publicada. Apareció como parte de sus obras completas editadas postumamente por su mujer entre 1832 y 1834.
Clausewitz había sido cocinero antes que fraile, pues había visto vencer y ser vencido en el campo de batalla nada menos que a Napoleón Bonaparte, y estuvo de acuerdo con las sensatas reflexiones del viejo Sun Tzu a las que añadió una fundamentación definitiva: porque la guerra es la expresión máxima del conflicto social y el instrumento extremo de la política, por eso hay que conocerla muy bien y saber hacer de ella el uso adecuado.


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